martes, 19 de noviembre de 2013

Lo que yo haría con CADIVI

Este gobierno nos ha graduado a todos de economistas. El desastre económico que se ha intensificado estos últimos meses es tan profundo que nos ha puesto a indagar a todos sobre sus causas, efectos y posibles soluciones.

El problema de CADIVI ya es viejo, así como de los distintos sistemas y marañas que ha tratado de implementar este gobierno para “fortalecer la moneda” y evitar la fuga de capitales, cuando lo que está logrando es precisamente lo contrario. Lo nuevo en estos momentos es la profunda brecha que se ha abierto entre el precio del dólar oficial y el precio del dólar en mercados paralelos, diferencial cambiario sin precedentes en Venezuela, nunca antes visto. Este problema no se va a solucionar con ningún tipo de sistema regulatorio que ponga cortapisas para la adquisición de moneda extranjera a un precio regulado y muy por debajo del que establece la oferta y demanda, ya que el altísimo precio de la moneda en el mercado negro no responde sólo a una escasez o insuficiencia en la oferta de dólares en relación a la demanda del país, sino también a un clima político sumamente inestable que sólo genera incertidumbre a cualquier persona que quiera invertir un dólar en Venezuela. Desde hace años, no desde ahora, la cantidad de dólares que ingresan al país es insuficiente para atender el gasto público y la demanda de las empresas privadas y de personas; lo cual obliga al gobierno a hacer dos cosas, o disminuir el gasto público, lo cual no ha hecho ni hará porque siempre estamos en elecciones o sorteándonos alguna jugada política, o establecer mecanismos para ampliar la cantidad de dólares que ingresan al país, bien sea a través del petróleo o (mejor aún) a través de otros medios de generación de divisas. El aumento de la producción petrolera sigue siendo una utopía y lo segundo, algo totalmente imposible con el discurso amedrentador actual del gobierno. Lo único que les ha quedado es seguir hipotecando el país buscando préstamos afuera que le permitan correr la arruga ofreciendo petroleo más allá de la duración de este período presidencial, lo cual por cierto debería ser ilegal, y quemar las ya mermadas reservas internacionales.


Qué soluciones visualizo yo en el corto plazo para el tema CADIVI y que tendrían que estar enmarcadas en una serie de medidas mucho más profundas y complejas por las cuales pasa, seguramente, un cambio en el discurso y en la acción política; primero, establecería un tipo de cambio a un precio más real (es decir, algún punto entre el dólar oficial y el paralelo) para algunos de los rubros para los cuales aplica actualmente CADIVI, como por ejemplo los cupos viajeros y cualquier otra cosas que no sea de primera necesidad; lo cual podría permitir, incluso, aumentar ligeramente los límites de consumo para estos rubros que no son de primera necesidad, podrían salir más dólares pero al mismo tiempo el gobierno obtendría más bolívares por cada dólar que salga. Protegería la cantidad de dólares que egresan a precio de 6,3Bs sólo para productos y servicios de primera necesidad, tales como medicinas y comida, entre otras cosas. Segundo, eliminaría esa ridícula restricción de que no se pueda hablar de un precio del dólar distinto al oficial, nadie lo respeta y más bien aumenta la incertidumbre sobre el valor del mismo, en este respecto es bueno hacerle saber al gobierno que la peor ley es la que no se puede aplicar. Y por último, ampliaría la cobertura de CADIVI para que atienda la demanda de dólares al sector productivo y comercio del país a la tasa que sea fijada y dejaría por fuera todos esos inventos post-cadivi para la liquidación de divisas. Obviamente, tendrían que establecerse y aplicarse todas las medidas de fiscalización y control para que las empresas que reciban éstos dólares(no otras) los usen para lo cual fueron aprobados.

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